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El cielo paraguanero se tiño de rojo durante 3 largos días |
Pasado el tiempo de la dantesca desgracia ocurrida en nuestra amada Paraguaná, a la 1:10 a.m. del sábado 25 de Agosto de 2012, en el patio de tanques de “La Refinería de Amuay”, desgracia que aun nos mantiene en estado de shock en lo anímico, irreverencia y desempeño; característica y temperamento propio de nuestro medio artístico, desgracia que nos toco hasta en lo mas profundo de nuestro ser, aniquilando a nuestros propios familiares y amigos. Desde el seno de nuestra institución, El Ateneo de Punto Fijo, institución rectora de la cultura paraguanera, por forja y desempeño; queremos conferir un merecido homenaje a los familiares y vecinos de nuestros miembros, caídos en este aciago suceso, elevando una oración al altísimo invocando paz para sus almas, y rendir un honroso reconocimiento a todos los excepcionales “Bomberos” que participaron en esta calamidad que hoy nos enluta y entristece; extraer de estas sencillas palabras, recopiladas por El Diario Panorama, el documental más grandilocuente, expuesto por los testigos más autorizados de la contingencia, y a través de ellas, deducir las dimensiones de la tragedia, escrita en los anales de nuestra historia y que jamás olvidaremos.
TESTIMONIOS DEL HÉROE DESCONOCIDO.
Alfredo Estévez: “El incendio parecía un dragón”
Se despidió de su esposa y cuatro hijos, en Los Puertos de Altagracia, para atender la llamada de emergencia en el Centro Refinador de Paraguaná Amuay, estado Falcón, se le puso el corazón pequeño al escuchar que su hija Natalie, de dos años, le dijo: “Cuidate, papi”. El joven de 28 años, oriundo del municipio Miranda en la Costa Oriental del Lago, la abrazó y salió a unirse al grupo de contingente de Pequiven que viajó desde el estado Zulia a combatir las llamas de los Tanques 200, 203 y 204.“La mayoría de nosotros estaba libre y una vez que supimos la noticia se activó el Comité de Ayuda Mutua. Lo más complicado fue movilizar los equipos. Nada fue fácil. Al ver las llamas por las ventanas del avión dije ‘esto es grande, es pa’ largo, tenemos trabajo y no vamos a poder apagarlo de un día para otro”, contó Estévez desde la estación de Bomberos del CRP.
Estévez tiene 10 años en la industria petrolera. “Desde el principio, nuestro objetivo fue apagar el incendio que parecía un dragón. Era una llama de alrededor de 100 metros de altura que creíamos que el agua era insuficiente; pero gracias a Dios logramos apagarla”, dijo emocionado y lleno de orgullo junto al grupo de compañeros.
El mirandino destacó que aprendió a trabajar en equipo con otras personas. “Si se nos presenta un incendio de esta magnitud ya sabemos qué hacer”.
Freddy González: “Lo hicimos por nuestro país”
Freddy González, de 44 años, es un docente de la escuela Nicólas Juriel Countinho, en Punto Fijo, y se levantó de su cama para apoyar las labores de extinción como bombero voluntario. “Vivo cerca de la refinería y para mí era una obligación salir de mi casa a ayudar a sofocar las llamas. Esa madrugada fue una escena dolorosa. Un accidente lamentable”, dijo con tristeza González, quien está casado y tiene cuatro hijos. La abnegación por al trabajo a salvar vidas ha hecho que la familia del maestro González lo apoyen en esta profesión que realiza por vocación. “El miedo y el temor siempre estuvo latente y más por tener que enfrentarnos a una ola de fuego desde 20 metros de distancia. El calor estaba sofocante y las radiaciones aumentaban”, relató el hombre que tuvo más de 70 horas de trabajo. “Fueron tres días de lucha y combate. La situación era complicada y pudimos morir allí. Sin embargo, teníamos la situación controlada y cuando logramos apagar el tercer tanque fue increíble ver nuevamente el cielo azul. Nos abrazamos y lloramos. Es una sensación grandísima haberlo logrado”, reconoció, con su casco en la mano, uno de los 222 Héroes de Venezuela. “Más que héroes somos trabajadores en equipo, que lo hicimos por nuestra familia y por nuestro país”, apuntó con satisfacción González.
Marjorie González: “No me considero una heroína venezolana”
En el grupo de los bomberos que participaron en la emergencia de la explosión e incendio del Centro Refinador Paraguaná, sobresale una mujer de una estatura media pero con un corazón y valentía que la convirtió en una heroína de Venezuela: Marjorie González, ingeniera química del Laboratorio Industrial CRP. Aunque oculta su edad, lleva 18 años en la industria petrolera. Oriunda del estado Aragua, cuenta que “la labor fue ardua. Nunca se había presentado un incendio de esta magnitud. Nos preocupaba la onda expansiva. Primero trabajamos como escape de gas y controlar las fugas de gas. Luego nos preocupamos por el tamaño de las llamas. Nuestro peligro latente era una reacción en cadena”, explicó la experta bomberil.
A Marjorie, madre de cuatro hijos, no le tembló el pulso para dejarle la responsabilidad el cuido de su hogar al mayor de todos mientras se integraba a las labores de extinción. “No me considero una heroína de Venezuela, ni una madre de cuatro hijos, sino la madre de todos los niños de Paraguaná que puedan estar en riesgo”, aseguró. González destacó que el tanque 204 les fue le más difícil de apagar, “pero cuando lo pudimos controlar era un simple carbón”.
Nelson Riera: “Vencimos a ese demonio”
A 15 días de pasar a la jubilación, Nelson Riera es un hombre que ha dedicado 42 años al servicio de la industria petrolera. “Después de haber sido testigo y participado en la tragedia de Tacoa, ocurrida en 1982 pienso que ésta la supera. Ha sido una experiencia que no olvidaré. Llegamos a esta tierra de Praguaná a cumplir una meta y lo logramos”, relató con orgullo y fortaleza Riera, quien tiene 62 años. “Fue una dura batalla que tuvimos con ese demonio. Estamos satisfechos porque lo vencimos y a pesar de la lamentable pérdidas humanas hemos logrado que esto no fuese una tragedia peor”, aseguró.